Espera – Cristo para Todas las Naciones

Y Rut fue a la era e hizo todo lo que su suegra le mandó hacer. … Booz le dijo: «¡Que Dios te bendiga, hija mía, por esto que has hecho! Al final, tu bondad ha sido mayor que al principio, pues no has ido a buscar a otros más jóvenes que yo, pobres o ricos. No te preocupes, hija mía. Yo haré contigo lo que tú me digas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres una mujer ejemplar. Pero toma en cuenta que, aunque es verdad que yo soy uno de tus parientes cercanos, hay otro aún más cercano que yo. Duerme aquí esta noche; y mañana, cuando sea de día, si él te rescata, está bien; que te rescate. Pero si no te quiere rescatar, yo lo haré. Pongo al Señor como testigo. Ahora descansa, y hasta mañana.» …Entonces Noemí dijo: «Espera un poco, hija mía, hasta ver cómo se resuelve este asunto, porque Booz no descansará, hasta dejarlo arreglado» (Rut 3: 6,10-13,18).

Cocinar es todo un arte. Y no solo me refiero a la combinación perfecta de ingredientes y grados de calor. Lo que más fascinante encuentro es la capacidad de una persona de estar allí parada sin hacer nada más que esperar a que esté listo. Y es eso exactamente lo que le aconseja Noemí a Rut en este pasaje. Recordemos que Noemí y Rut habían enfrentado grandes tragedias en sus vidas. Ahora Rut busca la protección de Booz, un pariente de Noemí, estableciendo eventos cruciales para la redención y restauración que sucederán más adelante en la historia. Su fe y esperanza son un recordatorio de que nuestras acciones deben basarse en las promesas de la Palabra de Dios.

Así como ellas confiaron en la provisión divina y actuaron conforme a las promesas bíblicas, nosotros también podemos acercarnos a nuestro Redentor Jesús y esperar en él. A través de las promesas de su evangelio pedimos a Dios que obre en nosotros, para seguir el ejemplo de aquellos que, como Noemí y Rut, esperaron pacientemente y recibieron lo prometido.

En la cruz Cristo nos reconcilió con Dios. Allí vemos claramente la fidelidad y bondad de Dios y así podemos confiar en que su amor es constante, incluso cuando nosotros no lo somos. Entonces, podemos descansar mientras esperamos el cumplimiento de sus promesas, porque su plan siempre se desarrolla en el tiempo perfecto.

Oremos: Padre, confesamos que no siempre seguimos los buenos consejos de tu Palabra. Perdónanos, y ayúdanos a esperar pacientemente mientras mezclas la perfecta combinación de ingredientes y se cocinan cada una de tus promesas en nuestras vidas. Amén.

Para reflexionar:

*¿Cómo puedes aplicar la paciencia y la espera en tu vida, recordando el consejo de «esperar un poco» en medio de las situaciones que enfrentas?

*Dedica hoy un tiempo en la Palabra de Dios, para fortalecer tu confianza en Él y actuar según sus promesas en medio de las dificultades y decisiones importantes en tu vida.

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