Dando Frutos Dulces – Cristo para Todas las Naciones

Imprimir

image

Leía hace poco en un libro japonés acerca de un árbol originario de ese país: el caqui.

Produce un delicioso fruto delicado y de aroma suave y dulzón. Sin embargo si se plantan semillas de caqui, cuando el árbol crezca y de frutos serán agrios, amargos e incomibles. ¿Cómo entonces puede haber caquis dulces?; bueno, hay que esperar unos cien o ciento cincuenta años y entonces poco a poco las ramas se irán cargando de frutos dulces. Claro que si no tenemos tiempo de esperar tanto, se puede hacer otra cosa; se puede cortar una rama de un árbol centenario que ya está dando frutos dulces e injertarla en uno joven. Cuando el injerto prenda, esa rama comenzará a dar frutos dulces.

Creo que esto no es sólo exclusivo de este árbol, sino de otros muchos árboles frutales. Es interesante que la Biblia nos compare en muchas ocasiones con este tipo de árboles.
Las residencias de ancianos proliferan continuamente. Allí miles de ancianos son cuidados por personas ajenas que se encargan de sus limitadas vidas. Se almacenan ancianos como trastos inútiles, como paquetes que han dejado de tener valor para la sociedad, como seres inservibles y en muchas ocasiones molestos.

En la antigüedad no era así. Entonces no se disponía de libros (ni siquiera de los sagrados), ni de bibliotecas, no había Internet, ni mapas, ni planos, no había más información que la que los ancianos proporcionaban, por eso eran respetados y tenidos en alta estima. Eran la sabiduría del pueblo. Habían pasado por todas las vicisitudes de la vida, habían recorrido todos los caminos y habían sorteado todos los peligros y habían sabido sobrevivir y llegar a ancianos.
En numerosas sociedades primitivas el consejo de ancianos es aún hoy la máxima autoridad de la comunidad. Poco a poco sin embargo conforme las sociedades se van haciendo más “civilizadas”, todo lo que suena a viejo es menospreciado. ¿Ha sentido usted vergüenza alguna vez de decir su edad? Incluso empleamos la expresión “confesar la edad”, como si se tratase de un pecado, de un secreto o de un defecto.

La publicidad de todo tipo con sus imágenes, huyen de toda imagen de vejez. Se trata de mantenerse siempre con aspecto veinteañero y casi da pena ver como artistas y celebridades se someten a todo tipo de cirugías que les proporciona un aspecto acartonado, ridículo y antinatural.

No queremos canas ni arrugas ni nada que nos recuerde que estamos haciéndonos mayores porque los frutos dulces nos han dejado de interesar, nos hemos acostumbrado a comer lo agrio y amargo con tal de que los años pasen sobre nosotros sin tocarnos.Tampoco queremos oír las historias o los consejos de nuestros ancianos, porque ya nos lo sabemos todo. Incluso en las iglesias los presbíteros, los ancianos, son cada vez menos ancianos.

Es verdad que la madurez espiritual no es cosa solo de la edad. Es verdad que muchas veces las personas mayores no saben seguir creciendo, se aferran a su pasado como norma y se convierten en causa de estancamiento espiritual para ellos mismos y para los demás. Es verdad que hay ancianos que nunca han dado frutos dulces y es verdad que muchos de ellos se han apeado de la vida y sus retos antes de tiempo, cansados de todo y de todos. Pero, ¡que maravilla cuando uno encuentra a un anciano que sabe producir frutos dulces a pesar de que sus raíces y su tronco hayan sido amargos!

Ahora en Cristo Jesús no tenemos excusa. Dios nos ha cortado de un árbol de raíces agrias y nos ha colocado en Jesús porque nuestra situación era mucho peor que la del caqui. De haber seguido unidos a nuestro propio tronco ni en mil años ni nunca habríamos sido capaces de dar frutos comestibles. De nuestra amargura radical (de nuestras raíces) sólo podía brotar amargura. Cualquiera que muerda un fruto producido por un hombre sin Dios, lo más probable es que sufra una dentera tan grande que le quite las ganas de volverlo a intentar. Sin embargo nos empeñamos en alimentarnos de frutos agrios porque el mundo nos dice que esos son los buenos frutos y aunque ya deberíamos tener experiencia seguimos comiendo lo que nos daña. Una vez que estamos acostumbrados a los frutos malos ya no podemos vivir sin ellos porque actúan como las drogas. A nadie en su sano juicio puede gustarle el tabaco porque sabe fatal, huele fatal, produce nauseas y vómitos y marea. Sin embargo hay personas que repiten hasta que aquella basura termina no sólo por gustarles, sino por dominarles. Saben que el tabaco les va a matar, pero no les importa porque se encuadran dominados por ese fruto amargo. El hombre que está hambriento come lo que sea y le ocurre que al final todo lo amargo le sabe dulce. (Cf. Prov 27:7)

El mundo es así, de la misma forma nos atrapa y nos mata, pero Dios nos advierte:

Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!

Isaías 5:20-21

¿De dónde sacaremos la sabia viva que nos haga capaces de fructificar adecuadamente? Porque no se trata simplemente de dar fruto, se trata de dar el fruto adecuado. Dios nos ha dado la capacidad en Cristo de dar frutos dulces y no agrios o amargos y esos frutos espera que demos.

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.

Juan 15: 1-6

Separados de Jesús nada podemos hacer. No está en nosotros la potestad de dar otros frutos que aquellos que brotan de nuestra naturaleza caída; no le pidas peras al olmo, dice un refrán popular. ¿Quién sino Dios puede darnos la capacidad del dulzor? ¿Por qué empeñarse en vivir injertados en otros troncos? o ¿Por qué empeñarse en no aceptar ser injertado en el Hijo?

¡Que maravilloso es ser rama injertada en Jesús! Cuando con nuestros pequeños ojitos de rama miramos al fondo de nuestro ser, cuando vemos nuestro maravilloso tronco y muestras profundas raíces hundidas en la inmensa eternidad de Dios, cuando podemos sentir como la sabia divina nos inunda con toda su dicha y su paz y el dulzor de Dios nos llena. Entonces conocemos que hemos sido plantados en el amor, por el amor y para el amor que es Dios.
  1. 3 agosto, 2011

    Que mensaje mas hermoso, pido su autorizacion para imprimirlo y leerlo a mis abuelos, ya que soy voluntaria al cuidado de ellos.
    Bendiciones.

    • 4 agosto, 2011

      Por supuesto que puedes imprimirlo!
      Te agradecemos por tomarte el tiempo para leernos!

  2. 13 marzo, 2012

    Witty! I’m book-marking an individual site pertaining to long term use.

  3. 13 marzo, 2012

    Right after studying many of the weblog content on your own internet site today, and i also genuinely like your approach involving blogging and site-building. We book marked it for you to my own save internet site list and may also end up being checking again quickly. Please test my website since successfully along with make me aware how you feel.

  4. a year without you is the second music i love the most and selena is? the best singer ever

  5. I think Swizz Beatz Is no good for you Alicia Keys

  6. 16 marzo, 2012

    This web internet site might be a walk-through for all of the details you wanted in regards to this and didn’t know who to question. Glimpse here, and you’ll certainly discover it.

  7. I’m no beauty queen, I’m just beautiful me.. She’s such a? big inspiration to me. Singing things that I couldn’t even say to myself. . I love you Selena.

  8. Pitbulls part would have been good if? he didn’t have the latin part in it.

Write a comment:

*

Your email address will not be published.

© 2008 - 2022 Cristo para Todas las Naciones Guatemala