Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Ahora bien, si seguir viviendo en este mundo representa para mí un trabajo fructífero, ¿qué escogeré? ¡No lo sé! Me siento presionado por dos posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor, pero por el bien de ustedes es preferible que yo permanezca en este mundo (Filipenses 1:21-24 NVI).
Todo tiene solución excepto la muerte… Esta famosa frase trata de explicar que todo problema tiene una solución, excepto el Gran problema: la muerte.
Para todas aquellas personas que no conocen a Dios, esta frase es algo común. Esas personas piensan que la vida aquí en la tierra es lo único que existe. Por esta razón, se esfuerzan por encajar en este mundo y viven persiguiendo los sueños que este mundo puede ofrecerles: fama, fortuna, poder, prestigio o placer. Sin embargo, aun cuando logren conseguirlo todo, siguen viviendo, temiendo la muerte.
Pero esto no es lo que nos enseña el Apóstol Pablo. Al contrario, él nos enseña que aun la muerte tiene solución. Que, gracias a Jesucristo, quien murió en la cruz por nuestros pecados y resucitó al tercer día, la muerte ya no tiene poder sobre nosotros.
En su carta a los Filipenses podemos ver que para Pablo vivir significaba servir a Cristo y llevar su Evangelio a las personas que aún no lo conocen, y morir significaba poder estar con Cristo, y estar con Cristo es sin duda alguna el paraíso.
Vivamos cada día compartiendo el gran amor de Cristo y depositemos nuestra fe en Él para que, al igual que Pablo, podamos decir: “Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.”
Amado Padre celestial, gracias por el hermoso regalo de la vida eterna que nos has dado en Cristo Jesús, ayúdame a vivir una vida compartiendo tu Evangelio para que más personas lleguen a conocer tu gran amor. Amén.
Para reflexionar
- ¿Cómo reconcilias la idea de tu propia muerte?
- ¿Qué le dirías a alguien que dice tenerle miedo a la muerte?
Abigail Ramírez