Amor abundante – Cristo para Todas las Naciones

Le pido a Dios que el amor de ustedes desborde cada vez más y que sigan creciendo en conocimiento y entendimiento. Quiero que entiendan lo que realmente importa, a fin de que lleven una vida pura e intachable hasta el día que Cristo vuelva (Filipenses 1:9-10 NTV).

Continuamente el mundo produce falsas ideas sobre el amor. Se nos enseña desde pequeños que el amor es un sentimiento que nos hace sentir una gran felicidad, nos hace sonreír todo el día y llena nuestro corazón de gozo. Sin embargo, la Biblia no describe el amor de esta manera.

En primer lugar, la Biblia nos enseña que el amor no es un sentimiento. Si lo fuera sería muy fugaz, porque ante la presencia de la más mínima adversidad ese amor desaparecería. Porque no somos felices cuando pasamos problemas, tampoco sonreímos cuando estamos tristes ni tenemos gozo cuando estamos sufriendo.

En segundo lugar, si el amor fuera un sentimiento hace ya mucho tiempo Dios hubiera dejado de amarnos, porque con nuestros errores hemos entristecido su corazón. Pero el amor no es un sentimiento sino una decisión de hacerle bien a otra persona aun a pesar de las dificultades que se puedan presentar.

Dios nos mostró su amor al enviar a su único Hijo Jesucristo a morir en la cruz por nosotros otorgándonos el perdón de nuestros pecados, aun cuando sabía que en muchas ocasiones despreciaríamos su amor.

En este pasaje podemos ver que Pablo oraba para que nuestro amor abunde, y esto no solo en cantidad cada vez mayor, sino que dicho amor sea de calidad, es decir, que sea acompañado de conocimiento y discernimiento. Pablo tenía claro que nosotros no somos capaces de conocer el verdadero amor. Dependemos de Dios y su revelación a través de las Escrituras para conocer qué es el amor y necesitamos la guía del Espíritu Santo para compartirlo con las demás personas.

Amado Dios, gracias por el gran amor que nos has mostrado al enviar a tu Hijo Jesucristo a morir en la cruz por nosotros. Ayúdanos a compartir tu amor con más personas. Amén.

Para reflexionar

  • ¿Puedes amar a una persona que te ha lastimado?
  • ¿A qué prójimo puedes amar hoy?

Abigail Ramírez

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