Tú, Belén Efrata, eres pequeña para estar entre las familias de Judá; pero de ti me saldrá el que será Señor en Israel. Sus orígenes se remontan al principio mismo, a los días de la eternidad. El Señor los entregará hasta el momento en que dé a luz la que ahora está encinta y el resto de sus hermanos vuelva con los hijos de Israel. Se levantará para guiarlos con el poder del Señor, con la grandeza del nombre del Señor su Dios; y ellos vivirán tranquilos porque él será engrandecido hasta los confines de la tierra. Y él será nuestra paz (Miqueas 5:2-5a).
En una canción a Puerto Rico, su tierra natal, el salsero Tony Vega dice: “Qué bonito es Puerto Rico, mi gigante chico”. Es su forma de decir que, aunque pequeña en área, la isla y su gente poseen una belleza inigualable.
En la Biblia vemos a Dios haciendo grandes obras a través de personajes pequeños ante los ojos del mundo. En comparación a otras naciones, el pueblo de Israel es pequeño y vulnerable. Pero Dios lo escoge no porque sea gran cosa, sino por su gran misericordia. Dios también eligió a David, un pequeño pastor, para convertirlo en un gran rey. Pero, como todo ser humano, David no fue un rey perfecto y su reinado llegó a su fin.
En los últimos días, Dios enviará a un salvador al mundo que vendrá de la ciudad de David. Jesús nacerá en Belén, un pueblo pequeño, pero será el Señor de David y su reino no tendrá fin.
Jesús es un gigante chico. Dios mismo nace en una humilde ciudad y muere en una pobre cruz. Pero con su muerte establecerá la paz entre su Padre y nosotros. Su salvación alcanzará a todas las naciones.
Gracias, gran Jesús, porque has mostrado tu poder en la pequeña cruz para nuestra salvación. Amén.
Para reflexionar:
*¿Qué personas o lugares conoces que son de alguna manera pequeños, pero a la vez gigantes? ¿Por qué?
*¿Cómo ha demostrado Dios su poder en tus momentos de necesidad o dificultad?
Prof. Leopoldo Sánchez