Como ocho días después de que Jesús dijo esto, subió al monte a orar, y se llevó con él a Pedro, Juan y Jacobo. Y mientras oraba, cambió la apariencia de su rostro, y su vestido se hizo blanco y resplandeciente. Aparecieron entonces dos hombres, y conversaban con él. Eran Moisés y Elías, que rodeados de gloria hablaban de la partida de Jesús, la cual se iba a cumplir en Jerusalén. Lucas 9:28-31
Podemos imaginarnos la situación. Aquel que anduvo con nosotros durante un buen tiempo experimenta una metamorfosis delante de nuestros ojos: sus vestidos se vuelven blancos como la nieve, su ser entero resplandece ¡Qué experiencia!
Eso es lo que experimentaron Pedro, Juan y Jacobo. Ellos ya sabían que ese nazareno era un ser especial. Las señales y milagros realizados hasta aquí habían sido como rayos de su gloria oculta. Poco a poco se iba develando quién estaba detrás de su humanidad. Pero ahora, repentinamente, tienen delante de sus ojos esta revelación esplendorosa.
¿Qué significa todo esto? Significa que ese, que en breve se encaminará a la cruz, es nada menos que el Hijo eterno de Dios. Es el Señor de la gloria que descendió para tomar sobre sí mismo la humillación más extrema: Dios mismo tomando el lugar de sus creaturas pecadoras. Imposible de comprender. ¡Sublime!
Junto a Jesús aparecen Moisés y Elías, representantes de la ley y los profetas. Las Escrituras dan testimonio de Él. ¿El tema de la conversación? Su partida, literalmente su éxodo. Así como en el pasado Dios sacó a su pueblo de Egipto, aquí el representante nuestro experimentará una salida triunfal a través de su pasión y muerte. Será terrible para Él; liberador para nosotros. Quienes ahora estamos unidos a Jesús por la fe, salimos también de la esclavitud, del poder del pecado y de la muerte. Chau esclavitud. Bienvenida, libertad.
Jesús divino, gran rey del mundo, excelso Dios hecho un ser mortal. Gloria te rindo, prez y alabanza. A ti señor, rey eternal. Amén
Para reflexionar
¿Por qué era necesario el sufrimiento del Hijo de Dios por ti?
¿De qué condición difícil de tu vida anhelarías salir, experimentar una “partida”?
¿De qué manera experimentas la libertad de los hijos de Dios?