
Dios mío, ¡escucha mi oración! ¡Presta oído a las palabras de mi boca! Gente extraña se ha levantado contra mí; gente violenta intenta matarme. Dios mío, ¡son gente que no te toma en cuenta! Pero tú, mi Dios, eres quien me ayuda; tú, Señor, eres quien sustenta mi vida.