41 Jesús estaba sentado frente al arca de las ofrendas, y miraba cómo la gente echaba sus monedas en el arca. Muchos ricos echaban mucho, 42 pero una viuda pobre llegó y echó dos moneditas de muy poco valor. 43 Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «De cierto les digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca, 44 porque todos han echado de lo que les sobra, pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, ¡todo su sustento!» (Marcos 12:41-44).
¿Alguna vez has tenido que usar muletas? Hace unos meses me lastimé una rodilla. Tuve que inmovilizarla y usar muletas por varias semanas. Al principio me costó aprender a usarlas porque me daba miedo caerme, pero luego fueron muy útiles. Ponía todo mi peso sobre ellas confiando que aguantarían y me ayudarían a llegar a donde necesitaba ir.
Este domingo, vigésimo quinto después de Pentecostés, recordamos que el Señor nos alimenta gratuitamente y nos provee de todo lo que tiene, porque en Cristo hemos recibido todo. Es un llamado a tener plena confianza en Dios, sabiendo que podemos poner todo el peso de nuestra existencia sobre Él. Él nos llevará a salvo hacia donde necesitamos ir, a una vida abundante en esta tierra y en el mundo venidero.
La lectura de hoy nos muestra la enseñanza de Jesús sobre la dependencia total de Dios, una dependencia que solo es posible porque Cristo nos ha reconciliado con el Padre y nos ha dado su Espíritu. Las muletas de las posesiones pueden ser una amenaza espiritual, porque pueden llegar a dominarnos. Pero gracias a Cristo, quien entregó todo por nosotros, podemos vivir en una confianza plena y total en Dios, como lo hizo la viuda pobre que dio todo lo que tenía.
Y tú, ¿vas a confiar en tus muletas o en el Dios vivo?
Oremos: Padre nuestro, venga a nos tu reino. Gracias por el sacrificio de Cristo, quien entregó todo por nuestra salvación y nos enseñó a confiar en ti. Ayúdanos a dejar nuestras muletas de dependencia de este mundo, y a apoyarnos completamente en tu gracia y amor. En el nombre de Jesús. Amén.
Para reflexionar:
*Capacitado en tu Bautismo, ¿cómo te sientes llamado a dejar tus muletas de seguridad financiera y a confiar más plenamente en la gracia de Dios?
*En tu vida diaria, ¿de qué maneras podrías reflejar el sacrificio de Cristo, mostrando fe y generosidad, sin depender de muletas de ningún tipo?