Más que suficiente – Cristo para Todas las Naciones

… tres veces le he rogado al Señor que me lo quite, pero él me ha dicho: «Con mi gracia tienes más que suficiente, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por eso, con mucho gusto habré de jactarme en mis debilidades, para que el poder de Cristo repose en mí (2 Corintios 12:8-9).

Aquí Pablo nos relata una experiencia muy personal y profunda. Él estaba enfrentando una «espina en su carne», un problema persistente que lo atormentaba. “Tres veces” puede ser una forma de comunicar una persistente y prolongada oración.

Aunque no sabemos exactamente qué era esta «espina», está claro que era algo que le causaba gran dolor y lo hacía sentirse limitado. Sin embargo, Dios le respondió de una manera que, al principio, podría parecer desalentadora: no le quitó el problema, sino que le aseguró que su gracia era suficiente y que su poder se perfeccionaba en la debilidad.

Y es que Dios responde nuestras oraciones a su tiempo y a su manera. Él no siempre responde a nuestras oraciones eliminando nuestros problemas, pero sí nos asegura que su gracia es más que suficiente para sostenernos a través de ellos.

En la Biblia, encontramos diversos tipos de oración, todas reconociendo nuestra dependencia de Dios:

  • Confesión: así reconocemos nuestros pecados ante Dios (lee Salmo 51).
  • Petición: así buscamos la ayuda de Dios (lee Salmo 22).
  • Intercesión: así pedimos por otras personas (lee Salmo 82).
  • Acción de gracias: así expresamos nuestra gratitud a Dios (lee Salmo 118).
  • Lamento o queja: así expresamos nuestras aflicciones a Dios (lee Salmo 10).
  • Alabanza o adoración: así proclamamos las obras y cualidades de Dios (lee Salmo 136).

Dios escucha todas nuestras oraciones y a su manera y en su tiempo responde con su sabiduría infinita.

Invitemos a Jesús en nuestros momentos de debilidad, confiemos en su promesa de gracia suficiente y dejemos que su poder se manifieste en nuestras vidas.

Oremos: Padre nuestro, con tu gracia tenemos más que suficiente, porque tu poder se perfecciona en la debilidad. Por eso, con mucho gusto habremos de jactarnos en nuestras debilidades, para que el poder de Cristo repose en nosotros. Que podamos glorificarte al confiar en tu suficiencia en cada paso de nuestro camino. Amén.

Para reflexionar:

*¿En qué áreas de tu vida estás experimentando debilidad o dificultad en este momento, y cómo puedes confiar en la gracia suficiente de Dios para superarlas?

*¿Qué pasos prácticos puedes tomar para invitar a Jesús a tus momentos de debilidad y confiar en su poder para capacitarte?

Write a comment:

*

Your email address will not be published.

© 2008 - 2022 Cristo para Todas las Naciones Guatemala