Entonces Pedro le dijo: “Aunque todos se escandalicen, yo no lo haré.” Jesús le dijo: “De cierto te digo que esta misma noche, antes de que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres veces.” Pero Pedro insistía: “Aun si tuviera que morir contigo, no te negaré.” Y todos decían lo mismo.