
Luego de cantar el himno, fueron al monte de los Olivos. Allí Jesús les dijo: “Todos ustedes se escandalizarán de mí. Está escrito: “Heriré al pastor, y las ovejas serán dispersadas.” Pero después de que yo haya resucitado, iré delante de ustedes a Galilea.” Entonces Pedro le dijo: “Aunque todos se escandalicen, yo no lo haré.” Jesús le dijo: “De cierto te digo que esta misma noche, antes de que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres veces.” Pero Pedro insistía: “Aun si tuviera que morir contigo, no te negaré.” Y todos decían lo mismo.