
Después de esto, sucedió que Dios puso a prueba a Abrahán, y lo llamó: «¡Abrahán!» Y él respondió: «¡Aquí estoy!» 2 Y Dios le dijo: «Toma ahora a Isaac, tu único hijo, al que tanto amas, y vete a la tierra de Moriah. Allí me lo ofrecerás en holocausto, sobre uno de los montes que yo te diré.» 3 Al día siguiente, Abrahán se levantó, le puso la albarda a su asno, y se llevó consigo a dos de sus siervos y a su hijo Isaac. Cortó leña para el holocausto, y se dispuso a ir al lugar que Dios le dijo. 4 Tres días después, Abrahán levantó los ojos y a lo lejos vio el lugar. 5 Entonces Abrahán dijo a sus siervos: «Esperen aquí, con el asno, y el niño y yo iremos hasta ese lugar; allí adoraremos, y luego volveremos aquí mismo.» 6 Y tomó Abrahán la leña del holocausto, y la echó sobre Isaac, su hijo; luego, tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y juntos siguieron caminando. 7 Entonces Isaac le habló a Abrahán, su padre, y le dijo: «Padre mío…» Y él respondió: «Aquí estoy, hijo mío.» Isaac dijo: «Aquí están el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?» 8 Y Abrahán respondió: «Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío.» Y juntos siguieron caminando.