El Señor quiebra los arcos de los poderosos y reviste de poder a los débiles… El Señor da pobreza y riqueza; el Señor nos humilla y nos enaltece (1 Samuel 2:4,7).
Impotencia… en ocasiones la mayoría de nosotros la hemos sentido. La sentimos cuando no podemos resolver un problema, cuando por más que intentamos no podemos encontrar la salida, cuando no logramos superar un obstáculo, cuando nos fallan las fuerzas o cuando pasa algo terrible en nuestra vida.
Esta clase de impotencia es la misma que sintió Ana al ser constantemente atormentada por Peniná por no poder tener un hijo. Esta es la clase de impotencia que te quita el hambre. En cierta ocasión Ana, con profunda angustia y en medio de su impotencia, lloró amargamente mientras oraba al Señor desde lo más profundo de su ser… y en su gran amor, el Señor escuchó su clamor y a su debido tiempo le concedió un hijo, a quien le puso por nombre Samuel.
Ana es un gran ejemplo de humildad. Porque en medio de su angustia e impotencia, no maldijo ni le reclamó a Dios por no darle un hijo, sino que, sabiendo que ella no tenía el poder para cambiar su situación, confió en Aquél que sí tiene el poder de hacerlo. Ana aprendió la importancia de ser humildes delante de Dios, porque Él sabe cómo humillar al poderoso y cómo exaltar al débil. Aunque Dios la había puesto en un lugar bajo al principio, a su debido tiempo la elevó. Ella pudo ver la mano de Dios aun en medio de su debilidad.
Si ahora estamos disfrutando de grandes éxitos en nuestra vida, o hemos sido exaltados, no olvidemos la importancia de ser humildes, porque nuestro Señor puede cambiar nuestra situación rápidamente. Por el contrario, si ahora somos débiles o estamos pasando por un mal momento en nuestra vida, debemos esperar humildemente en Dios y confiar que Él nos levantara a su debido tiempo.
Querido Señor, ayúdame a confiar en ti en medio de las aflicciones y a mantenerme humilde cuando todo vaya bien. Amén.
Para reflexionar:
*¿Cuál es tu actitud cuando todo va bien en tu vida?
*¿Cómo haces para confiar en Dios cuando todo va mal?
Sra. Abigaíl Ramírez