Ese mismo día, dos de ellos iban de camino a una aldea llamada Emaús… Jesús mismo se acercó y los iba acompañando. Pero ellos no lo reconocieron, y es que parecían tener vendados los ojos. Se veían tan tristes que Jesús les preguntó: «¿De qué tanto hablan ustedes?» Uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le respondió: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe lo que ha sucedido en estos días?» «¿Y qué ha sucedido?», preguntó Jesús. Y ellos le respondieron: “Lo de Jesús de Nazaret…”. Lucas 24:13a, 15b-19a
Me encanta ver la alegría de Jesús, en este, el día de su resurrección. Con cada nueva visita Él ve a las personas que ama pasar del dolor a la alegría desbordante, al darse cuenta de que lo tienen de regreso contra toda esperanza. Ya con nuestra salvación finalmente ganada, hay tiempo para jugar, incluso para bromear un poco.
A los dos discípulos que caminaban hacia Emaús les tocó la peor parte. Habían oído hablar de la resurrección, pero no la creían, ¡y aun así no podían dejar de hablar de ella! Así que fue el mejor momento para que el mismo Jesús caminara junto a ellos, sin ser reconocido, y comenzará a hacerles preguntas inocentes. «¿De qué tanto hablan ustedes?».
Y Cleofás dice lo más vergonzoso de todos: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe lo que ha sucedido en estos días?» A lo que Jesús dice (¡como si no lo supiera!) «¿Y qué ha sucedido?» ¡Puedo imaginármelo sacudiendo la manga de su túnica hacia abajo, para ocultar los agujeros de los clavos!
El gozo de Jesús es uno de sus mejores regalos para nosotros, y no es algo que deba perderse. Él murió por nuestros pecados, sí, y resucitó para nuestra vida eterna, gozo y bendición con Él para siempre. ¡Gracias a Dios!
ORACIÓN: Señor, gracias porque nos das no solo perdón, sino amor, alegría y vida para siempre. Amén.
Para reflexionar:
¿Tiendes a pensar más en tus pecados o en la bondad y misericordia de Dios?
¿De qué formas hace una diferencia en tu vida el gozo de Jesús?
Dra. Kari Vo