Por esos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. En cuanto Jesús salió del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu descendía sobre él como una paloma. Y desde los cielos se oyó una voz que decía: “Tú eres mi Hijo amado, en quien me complazco.” Enseguida, el Espíritu llevó a Jesús al desierto, y allí fue puesto a prueba por Satanás durante cuarenta días. Estaba entre las fieras, y los ángeles lo servían. Después de que Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea para proclamar el evangelio del reino de Dios. Decía: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepiéntanse, y crean en el evangelio!” Marcos 1:9-15
¡Observa con cuánta rapidez sucede todo cuando Jesús comienza su gran obra para salvarnos! El momento ha llegado y Jesús no va a perder ni un minuto: se hace bautizar, inmediatamente ve el cielo abierto e inmediatamente el Espíritu lo lleva al desierto para ser
tentado por Satanás. Jesús tiene una misión que cumplir y no hay un segundo que perder.
¿Cuál es su mensaje? “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepiéntanse, y crean en el Evangelio!” Jesús dice esto a todo el que quiera escuchar: a las multitudes, a los gobernantes y a sus amigos y enemigos por igual. Jesús dice: “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna” (Juan 5:24b). “El que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (Juan 6:35b). “El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25b). Nos lo dice a ti y a mí.
En los próximos cuarenta días escuchemos a Jesús y aceptemos sin reservas su invitación.
Amado Señor, vuelve mi corazón a ti para que reciba tus maravillosos dones. Amén.
Para reflexionar
¿Cuándo sueles tener prisa? ¿Por qué?
¿Crees que Dios tiene prisa? ¿Por qué sí o por qué no?
¿Qué dice la prisa de Jesús sobre el valor que te da a ti?