Y le dijo: «Todo esto te daré, si te arrodillas delante de mí y me adoras.» Entonces Jesús le dijo: «Vete, Satanás, porque escrito está: ‘Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás'» (Mateo 4:9-10).
¿Te ha pasado que envías un correo electrónico para enterarte luego que la persona nunca lo recibió porque tenías la dirección equivocada? A mí me ha pasado muchas veces. Por un pequeño error tipográfico no llega el mensaje que querías enviar.
Lo mismo sucede cuando dirigimos nuestras oraciones a alguien que no es Dios. Es como enviar correo electrónico a la dirección equivocada.
Jesús nos enseña en la lectura de hoy que debemos dirigir nuestras oraciones solo a Él. Él es el único destinatario adecuado de nuestras súplicas y alabanzas. Al hacerlo, nos aseguramos de que nuestras palabras sean escuchadas por Aquel que realmente puede respondernos de la manera que necesitamos.
Entonces, al igual que sería prudente asegurarse de enviar un mensaje a la dirección correcta, también es importante dirigir nuestras oraciones al único Dios verdadero. Solo Él puede satisfacer nuestras necesidades más profundas y responder a nuestras peticiones conforme a su perfecta voluntad.
Satanás le ofrece a Jesús todos los reinos del mundo si se postra y lo adora. Pero Jesús responde con la verdad de las Escrituras: «Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás».
La lección aquí es clara: solo debemos orar a Dios. No debemos dirigir nuestras oraciones a ídolos, ancestros, santos, ángeles, ni a ninguna otra cosa que Dios haya creado. La adoración y la oración son actos sagrados que deben reservarse exclusivamente para nuestro Creador y Salvador.
Así que, ¿a quién debemos orar?: solo debemos orar al único Dios verdadero: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
En medio de las tentaciones y distracciones que enfrentamos en nuestras vidas, es reconfortante recordar que tenemos un Dios amoroso y compasivo que siempre está dispuesto a escucharnos y guiarnos. Aunque a veces podamos sentirnos tentados a buscar respuestas en otros lugares, recordemos que solo en Dios encontraremos la verdadera satisfacción y el cumplimiento de nuestras necesidades más profundas.
Oremos: Padre nuestro, tú eres nuestro Señor y Dios solamente a ti adoraremos, y solamente a ti serviremos. Ayúdanos a confiar en tu perfecta voluntad y a buscar siempre tu guía. Amén.
Para reflexionar:
*¿Qué significa para ti que solo Dios puede satisfacer tus necesidades más profundas y responder a tus oraciones de la mejor manera?
*¿Cómo puedes confiar más en Dios al dirigir tus oraciones solo a Él?