Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Porque todos ustedes, los que han sido bautizados en Cristo, están revestidos de Cristo (Gálatas 3:26-27).
En este mes celebramos el Día del Padre. Damos gracias a Dios por nuestros padres terrenales, los biológicos y los adoptivos. Y recordamos también que, por Cristo, somos hijos de Dios. El primer artículo del Credo Apostólico dice: “Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra”.
¿Que? significa esto? Significa que, por la fe, “creo que Dios me ha creado a mi? y todo lo que existe; que me ha dado cuerpo y alma, ojos, oídos y todos los miembros, razón y todos los sentidos. Y creo que Dios aún me sostiene dándome abundantemente y a diario vestido y calzado, comida y bebida, casa y hogar, consorte e hijos, tierra, animales y todo lo que poseo, y todo lo necesario para sostener mi cuerpo y mi vida. Dios también me protege contra todo peligro y me guarda y preserva de todo mal. Y todo esto lo hace porque es mi bondadoso y misericordioso Padre celestial, y no porque yo lo haya ganado ni merecido. Por todo esto debo darle gracias y alabarlo, servirlo y obedecerlo. Esto es ciertamente la verdad”.
Y ¡qué verdad tan hermosa!, ¡¿qué mejor momento para recordarla y celebrarla que en este Día del Padre?! Celebramos que somos hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Porque todos los que hemos sido bautizados en Cristo, estamos revestidos de Cristo.
También celebramos que Dios usó a nuestros padres terrenales para darnos vida. Sin embargo, ellos no pueden plenamente sostenerla ni protegerla. Quizá es hora de que dejemos de esperar de los seres humanos lo que solamente Dios nos puede dar. Él es el mejor Padre.
Oremos: Padre nuestro, que estás en los cielos, gracias por adoptarnos como hijos por medio de Cristo. Ayúdanos a darte gracias, alabarte, servirte y obedecerte por todo lo que has hecho, haces y harás. Amén.
Para reflexionar:
¿Qué tipo de relación tienes con tu padre terrenal?
Medita en que Dios es el mejor Padre y él es tu Padre. ¿Qué significa esto para tu vida?
Escrito por la Diaconisa Noemí Guerra