Pero entonces, si algunos de ellos no fueron fieles, ¿su falta de fe anulará la fidelidad de Dios? ¡De ninguna manera! Dios es siempre veraz aunque todo hombre sea mentiroso (Romanos 3:3-4a).
Un momento, vamos a oír eso de nuevo: “Pero entonces, si algunos de ellos no fueron fieles, ¿su falta de fe anulará la fidelidad de Dios? ¡De ninguna manera! Dios es siempre veraz aunque todo hombre sea mentiroso”.
¡Guau! ¿No te parece como que te entra más aire en los pulmones al oír estas palabras? Como que respiramos mejor que hace un par de segundos. Y es que Dios nos está diciendo que, aunque seamos infieles en nuestra fe y en relación con él o nuestro prójimo, su fidelidad hacia nosotros jamás cambiará. Nada de lo que tú y yo podamos hacer anulará la fidelidad de Dios, porque ser fiel es parte de su naturaleza.
Por otro lado, 1 Corintios 10:13 dice que: “A ustedes no les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean sometidos a una prueba más allá de lo que puedan resistir, sino que junto con la prueba les dará la salida, para que puedan sobrellevarla”.
Entonces, si a pesar de ser empoderados por Dios en Cristo no resistimos una tentación, ¿Dios sigue siendo fiel a sus promesas para nuestra vida? Sí, porque la fidelidad de Dios es más grande que nuestros pecados. Y “si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
Además “por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos; ¡nunca su misericordia se ha agotado! ¡Grande es su fidelidad, y cada mañana se renueva!” (Lamentaciones 3:22-23) y “cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia” (Romanos 5:20b).
Oremos: Padre, gracias por ser siempre fiel a tus promesas. Ayúdame a serte fiel. Amén.
Para reflexionar:
- ¿Qué significa para tu vida que nada que tú hagas va a anular la fidelidad de Dios para ti?
- La fidelidad de Dios se renueva cada mañana. Confiésale hoy tus pecados.
Escrito por la Diaconisa Noemí Guerra