Ese mismo día los saduceos, que decían que no hay resurrección, se le acercaron [a Jesús] y le plantearon un problema… Pues bien, había entre nosotros siete hermanos. El primero se casó y murió y, como no tuvo hijos, dejó la esposa a su hermano. Lo mismo les pasó al segundo y al tercer hermano, y así hasta llegar al séptimo. Por último, murió la mujer. Ahora bien, en la resurrección, ¿de cuál de los siete será esposa esta mujer, ya que todos estuvieron casados con ella? (Mateo 22:23; 25-28).
¿Alguna vez has escuchado la frase ‘¿No existen preguntas tontas, sino tontos que no preguntan’? Esta frase se ha utilizada mucho en las escuelas hispanas y los maestros la utilizan constantemente para incentivar a sus alumnos a tener la confianza necesaria para expresar sus más sinceras dudas e inquietudes.
Sin embargo, en nuestra historia del día de hoy no pasa lo mismo. Los saduceos no hacen preguntas sinceras e inocentes con la intención de aprender más de Jesús, sino preguntas capciosas, formuladas estratégicamente con el objetivo de provocar el error o la confusión. Es decir: los saduceos buscaban ponerle una trampa a Jesús para así poder desacreditarlo. Podemos darnos cuenta de esto porque, aunque era uno de los grupos más grandes de la región y aceptaban la ley de Moisés, ellos no creían en la resurrección de los muertos.
Hoy en día siguen existiendo muchas personas que hacen preguntas al igual que los saduceos, pero no porque tengan dudas o deseen una respuesta de parte de Dios, sino porque les gusta entrar en conflicto y controversia. Lamentablemente para ellos, Jesús no contesta esas preguntas.
Pero si nos acercamos a Jesús con preguntas sinceras que nacen del corazón Él, quien es paciente con nosotros y por el gran amor que demostró al morir en la cruz por nosotros, nos las responderá y traerá paz a nuestro corazón.
Querido Jesús, ayúdame con aquellas preguntas que turban mi corazón y hacen flaquear mi fe. Amén.
Para reflexionar
- Si tuvieras la oportunidad de hablar cara a cara con Jesús ¿qué le preguntarías?
- ¿Hay algo que te impida compartir tus dudas e inquietudes con tus hermanos en la fe?
Abigail Ramírez