Una nueva familia – Cristo para Todas las Naciones

Pues Cristo mismo nos ha traído la paz. Él unió a judíos y a gentiles en un solo pueblo cuando, por medio de su cuerpo en la cruz, derribó el muro de hostilidad que nos separaba. Lo logró al poner fin al sistema de leyes de mandamientos y ordenanzas. Hizo la paz entre judíos y gentiles al crear de los dos grupos un nuevo pueblo en él. Cristo reconcilió a ambos grupos con Dios en un solo cuerpo por medio de su muerte en la cruz, y la hostilidad que había entre nosotros quedó destruida (Efesios 2:14-16 NTV).

¿Alguna vez has estado en un partido de fútbol? Recuerdo vívidamente el bullicio de ambas tribunas en un partido “amistoso”. Mientras observaba el partido podía ver cómo algo, que se suponía era “amistoso”, se convertía en una contienda, en una enemistad pura entre las tribunas de cada equipo contrincante. De un momento a otro, con el paso del tiempo en el marcador, las risas, las bromas y porras se convertían en gritos, insultos y rivalidades.

Pero esto no solamente pasa en los partidos de fútbol. Aun en las iglesias, en el pueblo de Dios, podemos ver que existen estas rivalidades y divisiones. En nuestra lectura podemos ver cómo judíos y gentiles se encontraban separados y existían divisiones que fracturaban la iglesia de Cristo.

Por un lado, tenemos a los judíos, quienes se consideraban superiores a los gentiles solamente por ser circuncidados. Por otro lado, tenemos a los gentiles, que eran tratados con desprecio por los judíos.

Sin embargo, Dios en su amor y misericordia, ha dado parte a los gentiles en la nueva familia del pacto. Mediante el sacrificio de Cristo, ha traído paz a ambos grupos y ha creado una nueva familia unificada que puede vivir en paz y armonía. El sacrificio de Cristo trae la reconciliación y unidad entre los hermanos de la iglesia, de la misma forma que trajo reconciliación y unidad entre los judíos y los gentiles.

Querido Jesús ayúdame a amar y respetar a mis hermanos aun cuando existan diferencias culturales entre nosotros. Amén.

Para reflexionar

  • ¿Hay algún hermano de otra cultura a quien puedas mostrarle el amor de Cristo?
  • ¿Hay alguien con quien Dios te llame a reconciliarte?

Abigail Ramírez

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