Tú, hijo de hombre, dile al pueblo de Israel: “Ustedes se disculpan y dicen: ‘Pesan sobre nosotros nuestras rebeliones y nuestros pecados, y por eso somos consumidos. ¿Cómo vamos a vivir así?’ Pues yo, su Señor y Dios, juro que no quiero la muerte del impío, sino que este se aparte de su mal camino y viva. ¿Por qué ustedes, pueblo de Israel, quieren morir? ¡Apártense, apártense de su mal camino!” Ezequiel 33:10-11
Isabel sabe que algo anda mal en su vida. Muy mal. Hace tiempo que ya no experimenta esa alegría que era tan común cuando se llevaba bien con sus padres, cuando compartía con toda su familia la mesa de los domingos, cuando ese mundo contenedor y saludable era SU 0mundo. El torbellino de pensamientos negativos no la deja ver bien cuándo fue que comenzó a tomar malas decisiones, cayó bajo malas influencias, se dejó seducir por promesas que terminaron siendo un fraude. Isabel sufre. Sufre mucho. Ahora empieza a entender a qué se refería su madre cuando le hablaba del “mal camino”.
Isabel siente temor y vergüenza de volver sobre sus pasos. Se ha portado muy mal con su familia, ha dicho cosas ofensivas, hirientes. Aunque nunca experimentó un amor tan maravilloso como el de su madre, no se anima a regresar. ¡Extraña tanto esos abrazos! Era tan hermoso cuando su mamá le susurraba al oído: “te amo, hija … vas a estar bien”. ¡Qué lejos parece todo eso! ¿Cómo vivir así?
Hay muchas historias similares de quienes han tocado fondo, o están cerca. Pero si somos amados incondicionalmente, hay esperanza. Así era el amor de Dios por Israel, su pueblo amado. Así es el amor de Dios por ti y por mí. ¿Sientes el peso de tu pecado y rebeldía? Quien va camino a la cruz es EL camino. El mal camino no puede retenernos. Volvamos al camino de la vida. Es hoy.
Padre celestial: reconozco que mi camino no ha sido tu camino. Quiero regresar a ti. Necesito oír tu voz amorosa. Por Jesús. Amén
Para reflexionar
¿Has perdido alguna vez el afecto de tus seres más amados?
¿Qué puedes hacer para reconciliarte con aquellos cuyo amor has traicionado?
¿Cómo puedes estar seguro de que Jesús te aceptará si regresas a Él?