Pertenencia no basada en el desempeño – Cristo para Todas las Naciones

Esta devoción se combina con el sermón de la Hora Luterana de este fin de semana, que se puede encontrar en lutheranhour.org.

Jesús miró a sus discípulos y les dijo: “Bienaventurados ustedes los pobres, porque el reino de Dios les pertenece”. Lucas 6:20

Lo que sigue, en esta escena del Evangelio según Lucas, son enseñanzas de Jesús para sus discípulos, que reflejan su relación única con ellos.

Como discípulos de Jesús hoy en día, ¿cómo debemos entender esta relación? ¿Es como competir en las pruebas eliminatorias para entrar a un equipo deportivo? Cuando yo era estudiante de primer año en la escuela secundaria, intenté entrar al equipo de baloncesto. El entrenador nos dijo que habría eliminatorias. En ese momento, yo medía cinco pies y dos pulgadas. Y no era exactamente un experto en anotar canastas. Entonces, como puedes imaginar, estaba estresado por mi desempeño durante las pruebas. Y sí, me eliminaron. ¿Será que así es el ser discípulo de Jesús? No. Recuerda lo que Jesús dijo en Lucas 5:32: “Yo no he venido a llamar al arrepentimiento a los justos, sino a los pecadores”. Estar en el Equipo de Jesús no depende de tu desempeño. No es como una prueba de eliminatoria. Es una pertenencia que no se basa en tu desempeño.

Pero eso no significa que no seas un miembro participativo. Por ejemplo, soy miembro de un club que no es participativo. No hubo pruebas para ingresar. Acabo de darles mi dirección de correo electrónico y ahora me envían actualizaciones. No se requiere nada de mí: no tengo que hacer nada y no tengo ninguna participación. Esto tampoco es lo que Jesús tenía en mente para sus discípulos. Si estás en el Equipo Jesús, tu pertenencia no se basa en tu rendimiento y tienes una participación total.

Es como cuando mi amigo Pablo le enseñó a nuestro amigo Jeff a esquiar en la nieve. A Pablo le encanta esquiar y con gusto le enseña a cualquiera que esté dispuesto a aprender. Siempre dice que: «incluso si lo único que logras hacer hoy es girar correctamente dos veces, para mí, eso es una victoria». Pablo es un experto esquiador. Pero Jeff nunca había visto una montaña, y mucho menos esquiado. Y en la primera carrera de ese día, tardamos dos horas y media en bajar la montaña. Perdí la cuenta de cuántas veces se cayó Jeff. Y estaba frustrado por lo mal que lo estaba haciendo. Pero Pablo no se daba por vencido con Jeff. En un momento, para evitar que las rodillas de Jeff se le doblaran, Pablo esquió hacia atrás frente a él, sosteniéndolo. Y Jeff puso todo su peso sobre Pablo. Para Jeff, fue una participación total no basada en su desempeño.

Así es el ser un discípulo de Jesús. No es como una prueba de eliminatoria, sino que es participativo, como en un equipo, o mejor aún, como en una familia. Lee el resto de Lucas 6 hoy para ver lo que Jesús espera de tu familia. Hay algunas enseñanzas desafiantes allí, lo suficientemente desafiantes como para hacer que tus rodillas se doblen en oración y digas: “Señor, ten piedad de mí, un pecador”. Pero Jesús no se dará por vencido contigo. Incluso si lo único que puedes hacer hoy es dar dos giros, no tienes que estresarse por tu desempeño. Solo apoya todo tu peso en Jesús y sigue volviendo a Él. Sigue arrepintiéndote. Sigue participando.

ORACIÓN: Querido Jesús, gracias por ser tan paciente conmigo. Amén.

Para reflexionar:

¿Cuál sería otro ejemplo de una “pertenencia no basada en el desempeño”? ¿Te ha pasado algo similar?

Al leer Lucas capítulo 6:20–49, ¿qué te trae paz? ¿Qué te desafía?

Rev. Dr. Michael Zeigler, Orador de La Hora Luterana

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