Jesús nació en Belén de Judea en los tiempos del rey Herodes. En aquel tiempo, unos sabios que venían desde el oriente llegaron a Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el oriente, y venimos a adorarlo.” Cuando el rey Herodes oyó esto se turbó, y toda Jerusalén con él. Luego, Herodes … los envió a Belén, y les dijo: “Vayan y averigüen con sumo cuidado acerca del niño, y cuando lo encuentren, avísenme, para que yo también vaya a adorarlo”. (Mateo 2:1-3, 7ª, 8)
¡Qué mentira tan obvia! Herodes era un rey cruel y paranoico que mandó a matar a su propia esposa e hijos porque pensaba que eran una amenaza para él. Y ahora dice: “Avísame cuando encuentren al niño, para que yo también pueda ir y adorarlo”. Nadie iba creer eso.
Los sabios no eran tontos, probablemente trabajaban para sus reyes en su país de origen. Así es que no dijeron nada que contradijera al rey Herodes, sino salieron sanos y salvos de Jerusalén … para no volver nunca más. Dios se aseguró de ello advirtiéndoles en un sueño.
Está claro que Jesús nació en el mismo mundo oscuro que tene- mos hoy, un mundo que no es seguro y donde el mal destruye vidas humanas. Amós dice: “¡Vivimos en tiempos tan corruptos, que la gente prudente prefiere callar!” (Amós 5: 13). Pero Dios no nos ha abandonado. Él ha venido a rescatarnos, haciendo brillar su luz en los rincones más oscuros de nuestro mundo.
Jesús dio su vida para que esto sucediera, y luego resucitó de entre los muertos. La muerte y el mal no pudieron apagar su luz. Tampoco pueden destruirnos a nosotros, porque el Espíritu Santo nos ha atraído a la luz de Jesús y nos ha hecho hijos de luz mediante la fe en él (ver 1 Tesalonicenses 5:5).
Señor, mantennos en tu luz y ayúdanos a luchar contra los poderes de las tinieblas. Amén.
Para reflexionar
¿Cuál fue la mentira más grande que alguien te haya dicho?
¿Qué haces cuando te enfrentas al mal?
¿Cuándo has visto a Jesús traer luz a una situación oscura?