Cuando los ángeles volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: “Vayamos a Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha dado a conocer”. Así que fueron de prisa y hallaron a María y a José, y el niño estaba acostado en el pesebre. Al ver al niño, contaron lo que se les había dicho acerca de él. Todos los que estaban escuchando quedaron asombrados de lo que decían los pastores… Al volver los pastores, iban alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo había sucedido tal y como se les había dicho. (Lucas 2:15-18, 20)
Una vez que los ángeles se fueron, los pastores no lo pensaron demasiado. Dijeron “¡Vamos!”, salieron corriendo hacia Belén y comenzaron a buscar al niño. (¡Seguro habrán hecho algo de ruido por los callejones oscuros!) Y cuando encontraron a Jesús, se alegraron. Les contaron a todos lo que los ángeles les habían dicho, admiraron al bebé y se volvieron a sus ovejas alabando a Dios.
Los pastores no lo pensaron demasiado. Por lo que sabemos, no se preocuparon por despertar a las personas que dormían para preguntar por Jesús, y cuando lo encontraron no se quedaron esperando en la puerta, preguntándose si estaba bien entrar. Ellos simplemente fueron, lo visitaron, contaron su historia y se volvieron a casa.
Nosotros también podemos hacer eso, ¿no? Cuando hablamos con amigos o familiares que no son cristianos, no necesitamos pensar demasiado. Podemos simplemente orar y confiarle toda la situación a Dios, y luego decir lo que nos parece mejor o estar en silencio, sin preocuparnos de que vayamos a cometer un error y alejarlos más de Jesús. El Espíritu Santo se encargará de esas cosas. Él se preocupa por estas personas incluso más que nosotros. Después de todo, Jesús nació, murió y resucitó tanto para nosotros como para ellos.
Querido Señor, cuando sea el momento adecuado ayúdame a hablar de ti con naturalidad y sin preocuparme. Amén.
Para reflexionar
Te sientes incómodo al mencionar a Jesús a las personas que te importan?
¿Por qué sí o por qué no?
¿Qué sucedería si pudieras dejar de preocuparte y unirte a la conversación?